Los terroristas del 11-M se gastaron un total de 41.146 euros en los preparativos del atentado, fundamentalmente en la compra de los explosivos y los detonadores, de los teléfonos móviles, las mochilas en las que introdujeron las bombas con las que asesinaron a 191 personas y el alquiler de las viviendas en las que se alojaron. Según un informe de la Comisaría General de Información, adelantado anoche por la cadena SER, el comando islamista había reunido en las fechas inmediatamente anteriores al crimen masivo un total de 93.400 euros en metálico.
El informe destaca que los terroristas disponían en la casa de Leganés en la que se suicidaron el 3 de abril de 2004 de 52.295 euros para el sostenimiento del comando, que pretendía seguir cometiendo atentados. Además, disponían de una reserva de drogas (hachís y pastillas de éxtasis) por valor de 1,5 millones de euros para venderla en caso de necesidad. El dinero fue sacado de cuentas bancarias días antes del 11-M.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de mayo de 2005