Miles de personas, más de 5.000 según la Policía Local, llenaron la plaza de Armas de Ferrol (A Coruña), frente al Ayuntamiento, y las calles adyacentes, en un acto en recuerdo de los cuatro trabajadores fallecidos el pasado miércoles 11 en el interior de un tanque de la fragata Roald Amudsen en los astilleros de la empresa pública Navantia.
El comercio local secundó mayoritariamente el paro de dos horas convocado, como la concentración, por los sindicatos Comisiones Obreras (CC OO), Unión General de Trabajadores (UGT), Central Intersindical Galega (CIG) y Unión Sindical de Traballadores de Galicia (USTG), en solidaridad con las víctimas. Pero la movilización tuvo un fuerte contenido reivindicativo contra la precariedad laboral y la externalización de los trabajos en las empresas públicas, una situación que las centrales consideran una de las causas del siniestro.
"Hoy estamos aquí, y mañana será en otra ciudad, y las víctimas serán también trabajadores con un contrato precario empleados por una empresa que no tiene un gran rótulo, que trabaja para una grande", aseguró antes de la concentración el secretario general de CC OO, José María Fidalgo, que asistió al acto acompañado de sus homólogos de UGT, Cándido Méndez, y de la CIG, Suso Seixo.
En el manifiesto suscrito por las centrales sindicales se denunciaba la política de subcontratación de los astilleros (la antigua Bazán tenía 28 empresas auxiliares, la actual Navantia, 100) "que externaliza así los riesgos"; la ineficacia de la actuación inspectora de la administración autonómica y de la Inspección de Trabajo, y la "connivencia de la Xunta de Galicia con las malas prácticas de los servicios de prevención que asesoran a las empresas".
Sin oxígeno
El informe preliminar elaborado por Navantia sobre el accidente que costó la vida a tres empleados (una mujer y dos hombres) de una empresa de limpieza subcontratada y a un electricista de otra empresa auxiliar establece que en el tanque de apenas cuatro metros cuadrados no había oxígeno y contenía un gas (probablemente era argón), utilizado en los trabajos de soldadura que se habían realizado el día anterior en aquella zona del buque.
Según el presidente del comité de empresa de los astilleros, Ramiro González, "el procedimiento habitual es que esos compartimentos sean inspeccionados y certificados periódicamente, y para que acceda cualquier trabajador se necesita un permiso previo. Los dos tanques próximos habían sido inspeccionados y certificados, pero ése no, lo que constituye una negligencia tanto de Navantia como de las empresas auxiliares", afirmó González, que sin embargo pidió "paciencia y precaución" a la espera del resultado de la investigación.
De hecho, Navantia era consciente de la existencia de irregularidades, ya que a mediados de la pasada semana remitió a las empresas auxiliares una circular en la que les pedía extremar las precauciones porque en varios tanques se había detectado falta de oxígeno, según publicó ayer La Voz de Galicia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 14 de mayo de 2005