Michael Ross, un condenado por la violación y asesinato de cuatro mujeres que se empeñó en demostrar que no era demente para que la justicia rechazara todos las peticiones de clemencia, fue ejecutado durante la madrugada del viernes en una cárcel del Estado norteamericano de Connecticut. Se trata de la primera ejecución en Nueva Inglaterra en 45 años.
Ross, de 45 años, fue condenado por la muerte de cuatro mujeres en Connecticut en los años 1980. También confesó haber cometido cuatro crímenes similares en Connecticut y Nueva York.
Las apelaciones habían postergado la ejecución de Ross, pero en el otoño pasado éste anunció que no quería seguir apelando porque las familias de sus víctimas ya habían sufrido demasiado. "Tengo una deuda con estas familias. Yo maté a sus hijas. Si de alguna forma puedo aliviar su sufrimiento, tengo que hacerlo, es mi derecho", afirmó Ross. "No creo que haya algo de locura o incompetencia mental porque yo decida esto".
Los familiares de Ross y los adversarios de la pena de muerte introdujeron peticiones de clemencia y el reo tuvo que librar una batalla legal para demostrar que no sufría trastorno mental.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 14 de mayo de 2005