J.M.C., de 19 años, natural de San Sebastián y con antecedentes penales por robo de coches, ingresó el pasado jueves en prisión tras haber sido detenido la víspera como presunto autor del incendio que destruyó el 6 de marzo pasado la empresa Colas Otaduy, sita en Astigarraga. Dedicada a la fabricación de colas disolventes y barnices, la firma, que contaba con 50 empleados, se vio obligada a cerrar su actividad debido al siniestro total que causaron las llamas.
La Ertzaintza detuvo en la tarde del pasado miércoles en San Sebastián al joven pirómano, al que acusa de ser uno de los dos autores materiales del incendio. El juez decretó al día siguiente su ingreso en prisión mientras la Ertzaintza trata de localizar a un segundo implicado, de nacionalidad portuguesa, sobre el que ya pesa una orden de detención internacional.
Aunque en un principio los bomberos creyeron muy difícil precisar la causa del incendio, que no sólo destruyó la empresa Otaduy, sino que pudo tener peores consecuencias por el riesgo de explosión que se logró controlar, las impresiones de los peritos apuntaban desde un principio a la posibilidad de que hubiera sido provocado. Tanto los sistemas de prevención y seguridad como el hecho de que el foco causante del fuego se detectase en el exterior del pabellón, en una zona trasera donde se almacenaban contenedores con productos disolventes, alimentaban esta posibilidad como la más creíble.
La Ertzaintza centró su investigación en dos personas que fueron vistas en el polígono esa tarde de domingo, de nula actividad laboral. Sin domicilio conocido, los dos sospechosos pernoctaban en albergues y uno de ellos, J.C.M., tenía antecedentes penales por robo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 14 de mayo de 2005