La madrugada del viernes al sábado, los bomberos de de Motril (Granada), recibieron la llamada de un vecino de la zona. Alertaba de un incendio en la finca de Los Chirimoyos de la misma localidad. Al llegar, los efectivos encontraron una pequeña humareda que lograron sofocar sin dificultad. Fue entonces cuando encontraron un cadáver.
El cuerpo fue encontrado en una postura inclinada y parcialmente quemado junto a los restos de la tienda de campaña que le servía de refugio. Ayer se supo finalmente que el fallecido se trataba de un indigente. Al parecer, todo apunta a que su muerte fue accidental, según la investigación policial.
El fallecido era un mengido de nacionalidad lituana y de unos 35 años. Se llamaba Arvidas. Fuentes policiales quisieron dejar claro que no hay indicios de violencia en su muerte. El indigente llevaba al menos cinco meses residiendo en la zona antes de que tuviese lugar el siniestro.
Arvidas se encontraba en situación irregular. Su hermana, con la documentación en regla, tuvo que identificar ayer su cadáver y sus pertenencias. Los forenses de Granada practicaron ayer la autopsia al cadáver.
Alimentos caducados
El lituano era muy conocido en la localidad ya que era quien solía recoger los alimentos caducados que suelen tirar los dos centros comerciales ubicados en las inmediaciones de la zona donde Arvidas solía instalar su campamento.
La policía trabajaba ayer con varias hipótesis sobre el origen último del incendio, aunque siempre con la premisa de que el fuego fue accidental.
Los agentes que dirigen la investigación creen que el siniestro pudo deberse a un cigarrillo mal apagado cuyas brasas terminasen prendiendo el material sintético del colchón en el que se encontraba el fallecido.
Otras ramas de la investigación apuntan a que la causa del suceso pudo ser la llama de una vela que se encontraba junto al colchón o el hornillo de gas que el mendigo usaba para calentar los restos de comida.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 15 de mayo de 2005