Confirmando la tendencia al alza, el trío formado por los raperos Roldán, Ruzzo y Yotuel demostró que lo suyo no es flow de un día. La fórmula del trío cubano va ganando adeptos en todo el mundo a base de ceder terreno a la fusión con la instrumentación caribeña en detrimento del esquematismo musical tradicional del rap. Hay DJ, pero éste tiene que vérselas con bajo, percusiones y hasta un trío de metales, como fue el caso de la presentación en Madrid del tercer disco del grupo, El kilo.
El empuje de los asistentes palió la carencia de buen sonido y las letras de los temas fueron saltando de garganta en garganta al ritmo de los platos y del son. El grupo ha ido derivándose hacia la musicalidad y los coros cubanos al uso hacían más fáciles engancharse a su propuesta. Además, Yotuel va revelando que, lo mismo que su base viene de la tradición hip-hop, también hace sitio para la melodía y, de nuevo, la nueva trova cubana deja escuchar su eco en algunas de sus composiciones. De entre éstas hay que destacar las que compusieron la traca final del espectáculo, con especial dedicatoria al desaparecido Compay Segundo en 537 c.u.b.a. y pública reclamación de la legalización de la marihuana en Al que le guste.
Orishas
Sala La Riviera. Precio, 25 euros. Madrid, 14 de Mayo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de mayo de 2005