Suscribo plenamente lo expuesto en el artículo "La desaparición de la Filología Inglesa: ¿es eso la convergencia europea?", de Fernando Galván y María Teresa Turell, publicado en EL PAÍS del 9 de mayo, en el que se denuncia la propuesta de la subcomisión de Humanidades del Consejo de Coordinación Universitaria para la reducción de las titulaciones de Filología. Quisiera añadir dos breves observaciones.
La primera se refiere a nuestra labor investigadora. Con un retraso de décadas respecto a otros países europeos, por fin tenemos anglistas españoles, muchos de los cuales están en plena relación profesional con sus colegas europeos, participan en congresos internacionales e incluso publican en inglés en países de habla inglesa. Todo ello ha sido posible gracias al desarrollo en España de la Filología Inglesa, pero este logro se verá muy quebrantado (por decirlo suavemente) si el Ministerio de Educación acepta la propuesta que le ha hecho la subcomisión de Humanidades.
La segunda tiene un carácter más práctico e inmediato. Si el ministerio acepta suprimir la titulación de Filología Inglesa y reducir tan drásticamente los contenidos de nuestra especialidad en la nueva titulación que se le propone, ¿qué trabajo les quedará a los más de ochocientos profesores universitarios de nuestra especialidad? ¿O es que piensa prejubilar al gran número que se vería afectado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de mayo de 2005