Todos los años hago la misma "profecía": este año va a haber muchos incendios. Y siempre se cumple. La vergüenza de un país en llamas me ha perseguido desde que tengo uso de razón; desde la desforestada Galicia hasta la desértica Andalucía. Por contra, todos los Consejeros de turno hacen todos los años su campaña de marketing (mercadotecnia): más hidroaviones, más retenes.. más infeficaces medidas. Pero la realidad es muy tozuda: año tras año los bosques se queman y los autores (especuladores en su mayoría), quedan impunes; y este año no será una excepción.
El modelo de desarrollo elegido ha impedido que el bosque sea rentable y que el chalet a pie de costa sea más deseado que el antiguo pinar. En la localidad de Ayamonte (Huelva) se han cortado 500.000 pinos ilegalmente para futuros usos urbanístico-especulativos, me pregunto cómo los habrán contado. Supongo que esta es la nueva política de evitar incendios: eliminar los bosques. La imaginación al poder.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de mayo de 2005