El sábado por la noche, al igual que tantos culés, me hallaba camino de Canaletes cuando por uno de esos misterios de la mente me vino a la cabeza el famoso Estatut que con tanto amor nos venden nuestros políticos.
El cerebro es un misterio, desde luego, pero el autoflagelo en un momento así no tiene sentido alguno, el Barça no gana la Liga cada año y no puede uno ir desaprovechando momentos de júbilo de esa manera. ¿Fútbol o Estatut?, ésa era la cuestión. Deseé que a alguno de nuestros políticos les aguara la fiesta la misma pregunta que me vino a mí, pero no creo que sucediera. Y entonces me pregunté: ¿celebraremos con esta pasión la consecución del Estatut? ¿Nos importan a la gente de la calle las mismas cosas que a los políticos? Tras ver lo que vi en Canaletes, la pregunta "¿fútbol o Estatut?" tiene fácil respuesta: Fútbol.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de mayo de 2005