La situación económica amenaza con ir a peor y los inversores insisten en mantener la guardia alta por si lo que avanzan algunos indicadores llega a hacerse realidad.
El descenso del precio del petróleo ya no parece contentar a nadie en los mercados de valores, en los que los inversores empiezan a tener más en cuenta las consecuencias de las subidas anteriores que los ajustes actuales. Después de una sesión muy floja en toda Europa, la apertura al alza de la Bolsa de Nueva York no consiguió cambiar las cosas al ser más estrictos en las valoraciones de los datos económicos los inversores europeos que los estadounidenses.
El índice Empire State, que mide la actividad industrial en Nueva York, registra una espectacular caída en el mes de mayo y marcó su peor posición en dos años. En los mercados europeos se extremaron las precauciones ante un dato que se interpretaba como muy negativo, pero en la Bolsa de Nueva York las cosas discurrieron de otro modo, para sorpresa de todos.
El Ibex 35 terminó la sesión con un descenso del 0,05% debido, sobre todo, al incremento de las posiciones vendedoras sobre los grandes valores ya en la subasta de cierre, lo que dejaba a este índice en 9.217,70 puntos. El índice general de la Bolsa de Madrid cedió el 0,02% para cerrar en 994,85.
La desconfianza de los inversores se dejó sentir ya desde la apertura de los mercados y se materializaba en un descenso importante de las operaciones. La contratación en el Mercado Continuo descendió hasta los 2.308,40 millones de euros, de los que casi 1.000 millones procedieron de las operaciones institucionales. Las operaciones abiertas cayeron hasta 1.341,57 millones de euros, una de las cifras más bajas de los últimos meses en ausencia de circunstancias especiales.
Los descensos del conjunto de los mercados europeos fueron también mínimos, con el 0,17% en París, el 0,32% en Francfort y el 0,05% en Londres. Curiosamente, la Bolsa de Nueva York ponía algo de optimismo en una jornada muy apagada al registrar el Dow Jones una subida del 1,11%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de mayo de 2005