El canadiense David Cronenberg también hurga en la sociedad estadounidense con Una historia de violencia, que narra cómo un hombre no puede escapar de un oscuro pasado, marcado por la muerte, la sangre y los asesinatos. "En el cine se tiende a idealizar el llamado sueño americano. Y yo he querido que ese sueño se convierta en una pesadilla específicamente americana, porque la violencia es universal. Todos los países han tenido episodios de violencia a lo largo de su historia", señaló Cronenberg. "Veo este filme más como el típico western americano, donde un hombre empuña su arma sólo para salvar a su familia. La historia trata de esto y de cómo alguien es, o no, capaz de escapar de sus fantasmas y crear una nueva identidad. Por ello, intencionadamente, he mezclado el humor negro con el lado humano más tenebroso para dotar de realismo a mis personajes", agregó el director.
Viggo Mortensen, protagonista del filme, hizo un alto en el rodaje de Alatriste en España, para asegurar en Cannes que la naturaleza de su personaje no es violenta. "Son las circunstancias las que lo convierten en un ser sanguinario", dijo el actor norteamericano, bronceado, con un gran bigote y una larga melena.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de mayo de 2005