En la era de las tecnologías de la información, la falta de comunicación es la protagonista de muchas de las rupturas de parejas. Pese a su corta experiencia, Eva Herculano está convencida de ello, ya que considera que los mayores problemas surgen por la falta de expresión de los valores y sentimientos de cada una de las partes implicadas en la relación. "Si no hay comunicación, a la larga surgen los problemas y todo lo que uno ha acumulado callándose termina por explotar", sostiene esta estudiante, quien recomienda la experiencia que está viviendo en el grupo de trabajo de las profesoras Lourdes Espinosa y Beatriz López.
"Al principio cuesta trabajo hablar de cosas que son muy íntimas y personales, pero con la ayuda de las profesoras todo es muy natural y al final uno se siente bien de poder sacar a la luz cuestiones que normalmente nos guardamos sólo para nosotros", destaca Eva.
La profesora López considera que no hace falta que la relación de pareja esté atravesando por un momento crítico para que los individuos que la componen puedan participar en talleres como el de la Universidad de Jaén. "Al contrario, uno saca mejor provecho si las cosas van bien porque lo único que se persigue es encontrar un lugar de encuentro para ambos", añade Beatriz, quien cuenta con una amplia formación en terapia familiar y trabajo con parejas.
"Hoy días salimos al cine con nuestra pareja, comemos, compramos y vemos la televisión junto a ella. Sin embargo, no dedicamos tiempo a hablar de nosotros mismos para conocer en qué punto estamos y hacia dónde queremos ir", lamenta Beatriz.
Según la memoria del Consejo General del Poder Judicial, entre los años 2000 y 2003, las demandas de separación y divorcio en España pasaron de 95.393 a 126.742, lo que supone un crecimiento de del 33%. Si estas cifras se comparan con los datos de hace una década, el porcentaje se eleva hasta el 79%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de mayo de 2005