El Pleno del Congreso de los Diputados aprobó ayer la moción socialista en la que se respalda la posibilidad de abrir un proceso de diálogo con ETA si la banda terrorista abandona las armas. La propuesta, que motivó el ataque del PP al cambio de estrategia antiterrorista impulsado por el Gobierno de Zapatero, se aprobó por 197 votos a favor (todos los grupos parlamentarios salvo el popular) y 147 en contra. El portavoz del PP, Eduardo Zaplana, dedicó su intervención a descalificar al Ejecutivo socialista, al que calificó como "el más negativo e ineficaz que ha tenido España desde la recuperación de la democracia".
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La propuesta, aprobada ayer con el apoyo de todos los grupos nacionalistas, pide a ETA que abandone las armas y establece que "si se producen las condiciones adecuadas para un final dialogado de la violencia, fundamentadas en una clara voluntad para poner fin a la misma y en actitudes inequívocas que puedan conducir a esa convicción", el Congreso, "apoya procesos de diálogo entre los poderes competentes del Estado y quienes decidan abandonar la violencia".
Zapatero agradeció el apoyo de siete grupos parlamentarios a la propuesta sobre lucha contra el terrorismo, aunque confesó su interés en que el PP se una a esta iniciativa del Ejecutivo socialista. El presidente del PP, Mariano Rajoy, sacó una conclusión muy negativa de lo ocurrido en la sesión del Congreso, tras aprobarse la moción: "Un Parlamento democrático que representa a la soberanía ha dado a ETA el título de interlocutor político". Los grupos nacionalistas celebraron que la política antiterrorista "se abra" a todos los partidos y votaron la moción sin presentar enmiendas al texto.
Jordi Jané, el portavoz de CiU, cerró su intervención con un rotundo apoyo a la iniciativa: "Vale la pena intentarlo. Estaremos a su lado, aunque no salga bien", aseguró Jané mirando al presidente del Gobierno.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de mayo de 2005