Los cuatro concejales del Partido Popular en el Ayuntamiento de Pontons (Alt Penedès) impidieron ayer que prosperara la petición de dimisión que presentaron el PSC y CiU contra el alcalde de la población, Lluís Fernando Caldentey, que en unas declaraciones del pasado mes de abril, calificó a los homosexuales de "tarados".
Durante el pleno extraordinario celebrado ayer, Caldentey, cuyo grupo gobierna con mayoría absoluta, se defendió argumentando que cuando definió a los gays como personas que "nacen con una deformación física o psíquica" no se refería "al colectivo homosexual en general", sino a las personas del mismo sexo que quieren casarse. Las palabras del alcalde, suspendido de militancia por el PP, avivaron la polémica en torno a los matrimonios homosexuales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de mayo de 2005