La violencia de Guatemala en los años setenta y ochenta sirve de escenario para la novela El hombre de Montserrat (Rocaeditorial), del escritor y profesor de Literatura Hispanoamericana en Milán Dante Liano (Chimaltenango, Guatemala, 1948). Una historia de intrigas, que con un lenguaje irónico narra las peripecias de un militar del ejército nacional cuando su vida cotidiana se ve alterada por un hecho que implica a un pariente.
El personaje principal es un teniente que se encarga, por órdenes de unos asesores norteamericanos, de elaborar programas informáticos para combatir a la guerrilla nicaragüense. Una mañana, de camino al trabajo, se encuentra con el cadáver de un hombre al borde de la carretera, muy cerca de la colonia de viviendas Montserrat (que da título a la historia). Inicia una investigación y comprueba que el fallecido no estaba en la lista de muertos del ejército y que su asesinato ha sido silenciado. El asunto involucra a su cuñado, al que el protagonista intenta salvar llevándolo a la frontera.
El escritor explicó, en la presentación del libro en Madrid, que la historia del teniente García es parte de la realidad cotidiana de Guatemala. El mismo Liano, premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias 1991, asegura que ha vivido de cerca una experiencia similar a la del protagonista de la obra. Un pariente suyo, que era magistrado de la Corte Suprema de Justicia, terminó como cajero en un supermercado de Chiapas (México) para salvar su vida.
"Todos los días aparecían listas de desaparecidos en los periódicos, pero nunca nadie apareció. En Guatemala jamás hubo presos políticos porque todos murieron", denunció el autor y crítico literario, quien dijo que escribió todo el espanto de la historia desde la "distancia" para poder resistirlo. El libro refleja la violencia subterránea de una Guatemala oficialmente pacífica.
Preñado de historias
A pesar de los años sangrientos que protagonizaron la lucha entre la insurgencia armada y los militares entre los años setenta y ochenta en Guatemala, para Dante Liano es una "suerte" haber nacido en su país, porque es un lugar "preñado de historias". En la narración ha utilizado palabras de origen maya y expresiones propias del país latinoamericano.
Para el escritor Antonio Soler, que participó en la presentación del libro, el lenguaje que Dante Liano utiliza en la obra parte de su visión del mundo. El hombre de Montserrat no sólo habla de una "realidad exótica" -según el autor- sino "de la condición humana de los funcionarios de la muerte, donde todos pueden caer"; no en vano al principio del libro cita una frase de Primo Levi.
Entre las obras anteriores del escritor guatemalteco, que vive en Milán desde 1980, se encuentran El lugar de su quietud (1989), El misterio de San Andrés (1996), El hijo de casa (2004), y el libro de cuentos Li M'in, una niña de Chimel (2002), este último en colaboración con Rigoberta Menchú.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de mayo de 2005