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Crítica:CRÍTICAS

Antihéroe doméstico

"El estilo de los samuráis ha muerto", dice en un momento clave el protagonista de la película. Una frase que resume el espíritu desmitificador, melancólico y antiheroico de El ocaso del samurái, primera cinta que se estrena en España de Yoji Yamada, veterano y prolífico autor japonés, de 73 años, con 67 películas a sus espaldas.

Nuestro protagonista es un guerrero de rango inferior, viudo, a cargo de sus dos hijas pequeñas y de las tareas domésticas, más pobre que una rata y con una madre anciana de la que también se hace cargo. Nada que ver con los ordinarios paladines hieráticos, solitarios y errabundos que el cine oriental acostumbra a transmitirnos. Yamada describe a su personaje con una gran ternura y con una infinita cercanía, y lo trata como a un héroe, a pesar de que se le supone lejos del habitual comportamiento épico de un samurái. El director introduce además un tema recurrente en el cine de los maestros japoneses: la búsqueda de un matrimonio solvente que otorgue estabilidad a una familia desestructurada, materia de la que se ocuparon, por ejemplo, Yasujiro Ozu en El sabor del pescado de otoño, y Kenji Mizoguchi, en La señorita Oyu. De una gran belleza plástica, ilustrativa de una tristeza entre desoladora y enternecedora, El ocaso del samurái obtuvo 13 premios de la academia del cine japonés y fue nominada al Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Semejante éxito con su primera historia de samuráis en 40 años de carrera, llevó a Yamada a repetir con Hidden Blade, también notable y con semejantes señas de identidad, presentada en el pasado Festival de Berlín.

EL OCASO DEL SAMURÁI

Dirección: Yoji Yamada. Intérpretes: Hiroyuki Sanada, Nenji Kobayashi, Rie Miyazawa, Ren Osugi. Género: drama. Japón, 2002. Duración: 129 minutos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 20 de mayo de 2005