El alcalde del municipio colombiano de Icononzo ha prohibido chismorrear. Ignacio Jiménez Romero así lo ha decretado. Él dice no tenerle "tanto miedo a los guerrilleros o a los paramilitares como a la lengua de los chismosos". Según cuenta la BBC británica, el argumento del regidor para decidir la prohibición es que el chisme y las habladurías "atentan contra la convivencia y la honra ciudadana". Y es que, según el alcalde de esta población del sureño departamento del Tolima, en Icononzo se chismorrea de todos y "de ellos no se salva ni la santa madre Iglesia". La cosa no va de broma porque el decreto municipal señala penas de uno a cuatro años de cárcel y multas que llegan hasta los 1.600 dólares.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de mayo de 2005