Una vez que los barceloneses hemos asumido que a partir de ahora nos tocará rascarnos el bolsillo para poder aparcar allá donde antes nos salía gratis, me pregunto cuál será el siguiente paso que el Ayuntamiento dará para mejorar la circulación en nuestra ciudad. Supongo, espero y deseo que habrán pensado en otras estrategias que no perjudiquen, como es el caso de la zona verde, a las clases medias (los ricos no dejan sus coches en la calle). Y es que los ciudadanos que van a tener que pagar 2,75 euros por cada hora que tengan su coche estacionado en esta zona serán, de hecho ya son, pequeños comerciantes, peluqueros, cajeras, camareros, pasteleros y un largo etcétera. Y si hasta ahora el centro de atención estaba en los vecinos, resulta que quienes lo van a tener peor van a ser quienes trabajan por la zona todo el día y no tienen descuento por eso.
La historia de Mirco Merotto se parece a las de otros inmigrantes que llegan a Barcelona, alucinan pepinillos y echan anclas
No conozco a nadie que haya notado el refuerzo del transporte público que el Ayuntamiento prometió para compensar el coste añadido que comporta para el usuario del área verde: los metros van igual de llenos, cierran demasiado temprano, sin tener en cuenta que mucha gente trabaja hasta la medianoche, y los autobuses llegan con cuentagotas a muchas zonas de la ciudad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de mayo de 2005