Alrededor de 400 delegados sindicales se manifestaron ayer en Castellón para protestar por lo que consideran el "incumplimiento" del convenio colectivo del sector cerámico. Los representantes de los trabajadores llegaron hasta la sede de la patronal cerámica, Ascer, donde encontraron las puertas cerradas. La polémica surgió a raíz de la reestructuración de la clasificación profesional que se incluyó en el último convenio, firmado el pasado año, que reduce a seis las 14 categorías profesionales y entraña mejoras salariales.
Sin embargo, según los sindicatos, el 75% de empresas del sector compensan el aumento salarial con una reducción de los complementos personales de los trabajadores, lo que consideran una "deslealtad" por parte de Ascer hacia "el sentido del convenio colectivo". Los representantes de los trabajadores aseguran que la propia patronal ha instado a las empresas a desarrollar esta compensación.
Durante la marcha de ayer, Ferrán Ortiz, de UGT, señaló que la compensación del deslizamiento salarial "nunca se puede aceptar porque provoca que los trabajadores afectados no vean reflejado en sus nóminas el incremento salarial que se debe producir por la nueva movilidad funcional".
Vicente Nebot, de CC OO, calificó como "un desprecio a los trabajadores" que la patronal cerrara su sede. Ambos dirigentes sindicales auguraron nuevas movilizaciones aunque expresaron su confianza en la posibilidad de restablecer el diálogo con Ascer para "llegar a un entendimiento".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de mayo de 2005