Me levanto esta mañana y miro por la ventana; todavía no estaba muy despierto, o lo que veían mis ojos era un sueño de los años cincuenta. Volví a mirar y no me lo podía creer. Puse corriendo la tele y aparecen noticias sobre el estado de la nación; me quedé un poco más tranquilo y le pregunté a mi mujer: "Estamos en el año 2005 y el Caudillo murió hace 29 años, ¿no?", y respondió mi mujer: "Sí".
Le dije "no". Sin creérmelo, me levanté y miré por la ventana... y, ¿qué es lo que estamos viendo? Pues nada más y nada menos que han comenzado las obras de soterramiento de la M-30; en concreto, en la avenida de Portugal, donde vivo.
Debido a que en esta zona de Madrid no hay aparcamiento para los coches, nos vemos obligados a dejarlos en la calle, y cuál es mi sorpresa cuando veo que hay un camión y unos operarios poniendo carteles indicando que, debido a las obras de la M-30, no se puede aparcar en toda la avenida.
Además, están poniendo vallas y otros medios para evitar que la gente aparque, y, para mayor sorpresa, es que en los carteles, por más que los miro, no veo ninguna alternativa donde indique que se pueda aparcar. Y ahora pienso: ¿no estaremos en los años cincuenta y a continuación del soterramiento de la M-30 me quitarán mi casa para hacer un pantano como se hacía años ha... con los pueblos?
Resumiendo, me parece muy bien que se realicen obras, pero, por favor, planifíquenlas pensando en la gente y no en su bolsillo...
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de mayo de 2005