El presidente del PP andaluz, Javier Arenas, aseguró ayer que sin la labor de oposición "insobornable y sin ningún tipo de complejo" de su partido en Andalucía, la vida política en esta comunidad se convertiría "exclusivamente en un mar de aplausos" al Gobierno andaluz.
Arenas interpretó que la suspensión del pleno del Parlamento autonómico el pasado jueves no se debió a la actitud de los diputados populares, que desobedeció reiteradamente a la presidenta, Mar Moreno, cuando les instó a retirar unos carteles insultantes -"Consejo Audiovisual, Chaves, no más cacidadas"-, sino que fue Manuel Chaves el que lo suspendió "por unos cartelitos".
"Vamos a presentar más alternativas que nunca, pero siendo oposición. Vamos a ser una oposición muy constructiva", dijo Arenas, quien subrayó que el PP es "una isla de la oposición dentro de un mar de aplausos".
Ante las críticas recibidas desde muchos ámbitos por la actuación del grupo popular, el dirigente del PP no se dio por aludido y sostuvo que "lo que es recomendable es que se respete la democracia y que no haya cacicadas" en Andalucía. "Si no se cometen cacicadas, el tono baja seguro", dijo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de mayo de 2005