Dolores Pérez y María del Carmen del Valle, junto a otro grupo de mujeres de Alcalá la Real (Jaén), todas ellas desempleadas, promueven una cooperativa para la comercialización de gomiolivas, golosinas cuyo ingrediente principal es el aceite de oliva. Este nuevo producto es el resultado de la investigación realizada por el gastrónomo José Oneto, uno de los cocineros andaluces que más ha innovado con el aceite.
"Ahora, en vez de regañarles por comer chuches les animamos a comer gomiolivas", aseguran Dolores y María del Carmen, dos de las 15 participantes en el curso de formación profesional ocupacional de cocina que se imparte en las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia (Safa) de Alcalá la Real y que está financiado íntegramente por la Consejería de Empleo. El curso, de 1.000 horas, está dirigido por José Oneto y está sirviendo como plataforma de ensayo de las gomiolivas o caramelos de goma, que ahora se quieren que se convierta en una salida laboral a través de una cooperativa formada por las alumnas de este curso.
Para José Oneto, el padre de estas gomiolivas, la principal aportación que hace este producto es que "acerca a los más pequeños a la cultura del aceite de oliva y puede ser el primer paso para introducir este tipo de golosinas en la llamada dieta mediterránea". Quien lo dice es un ferviente defensor de esta grasa, como lo demostró con la publicación del libro Con mucho gusto. 100 postres con aceite de oliva virgen extra, una publicación en la que Oneto introduce como principales novedades el flan de aceite de oliva, que ha tenido una excelente acogida, así como el helado y la crema.
Oneto es autor de seis libros de gastronomía, dos de ellos en colaboración con Manuel Rincón, el cocinero que cada día se asoma a la pantalla de Canal Sur. Pero ahí no queda todo. Oneto se ha embarcado ahora en un estudio de investigación gastronómica del campo andaluz con el apoyo de la Consejería de Agricultura.
Sin embargo, el empeño más inmediato de este cocinero gaditano, afincado desde hace años en Alcalá la Real, donde trabaja como profesor de cocina, es buscar la viabilidad de la cooperativa de las mujeres que él mismo está formando y que tendrá a las gomiolivas como principal argumento comercializador. Ya existe algún grupo de alimentación que ha mostrado interés en distribuir esta golosina con aceite de oliva, algo que, de prosperar, sería una importante alternativa económica para un grupo de mujeres sin experiencia laboral anterior. Por eso, en este curso, que se inició en noviembre y finalizará a finales de junio, aprenden, además, técnicas de almacenaje y control de existencias, seguridad e higiene, francés básico para cocina, orientación profesional, conservación de vegetales, pescados y mariscos, carnes y elaboración de platos elementales a base de vegetales, arroz, pastas, huevos, pescado, carne.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de mayo de 2005