Una representación de los 500 trabajadores de la fábrica de motores para vehículos que Nissan tiene en Cuatro Vientos se manifestó ayer ante la embajada de Japón en Madrid contra el próximo cierre de esa factoría, previsto para el 30 de junio de 2006. El cierre obedece a la decisión de la empresa de reducir en un 80% la producción de motores diesel de la planta madrileña y trasladar el 20% por ciento restante a la fábrica que la compañía nipona posee en la Zona Franca de Barcelona. Esa otra planta recibió ayer mismo la visita del Rey Juan Carlos y del presidente de Nissan y Renault, Carlos Ghosn.
La fábrica de Cuatro Vientos desarrolla, fabrica y monta motores diesel para abastecer a las tres plantas de vehículos que la compañía Nissan tiene en Europa -dos en España (en las ciudades de Barcelona y de Avila) y una en Gran Bretaña-, y da empleo directo a 500 personas e indirecto a otras 1.200, entre proveedores y subcontratas.
Nissan comunicó a los trabajadores el cierre de la fábrica y el traslado de la producción a Barcelona hace casi dos años, en junio de 2003, y, según denuncian los sindicatos CC OO, UGT y SIGEN y el comité de empresa, no justificó las razones de esa decisión. Sólo habló de la necesidad de concentrar la actividad industrial y técnica en Barcelona.
Prejubilaciones
Los representantes sindicales rechazan la decisión adoptada por la dirección de Nissan por entender que no hay razones laborales, técnicas o industriales para cerrar un centro, el de Cuatro Vientos, que no tiene pérdidas económicas. La dirección de la empresa ha informado a los trabajadores de que ofrecerá jubilaciones anticipadas a los empleados mayores de 52 años y puestos de trabajo en Barcelona a otros trabajadores.
Sin embargo, el comité de empresa ha dicho siempre y repitió ayer que los 500 empleados no cejarán en su empeño y adoptarán más medidas de presión contra el cierre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de mayo de 2005