Leyes, planes, directrices, cartografía, actuaciones: papeles, palabras. Por mucho que protejamos en las normas el territorio, si después no se efectúa una gestión responsable y se le dota a la misma de medios económicos, no sirve de nada tanta promiscuidad jurídica y verbal. Que no nos engañen: nuestros parques naturales son el hermano pobre de cualquier otra actuación de la Conselleria de Territori i Habitatge, y reciben únicamente las limosnas que el señor Blasco se digna a echarles. Paseen ustedes por cualquiera de los espacios protegidos, y si en algún momento de la caminata se dan cuenta de que están cerca o dentro de un lugar que la ley protege (es decir, si hay paneles informativos, tareas de mantenimiento, centro de visitantes, acotación de espacios) es que son ustedes unos estupendos detectives ambientales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 25 de mayo de 2005