A Luis Bolívar (Cali, Colombia, 1985) no le acompañó la suerte el día de su alternativa, el 24 de julio de 2004, en la feria de Valencia. Resultó cogido de gravedad y no pudo volver a los ruedos en toda la temporada. Hoy confirma su doctorado en Las Ventas, y volverá el 3 de junio con los victorinos. "Hacer el paseíllo en esta plaza como matador es cumplir un sueño", confiesa el torero, "e intentaré que se hagan realidad otros sueños personales y profesionales porque estoy muy preparado y las ganas de triunfo no me faltarán".
Reconoce Bolívar que esta tarde se lo juega casi todo porque sólo tiene 15 corridas firmadas; su apoderado, Victorino Martín, no pertenece a ningún despacho influyente, y porque aspira a todo. "Por eso", asegura, "Madrid es mucho para mí".
Afirma que la cogida levantó un muro en su carrera, pero está convencido de que no hay mal que por bien no venga: "La recuperación la pasé en la casa de Victorino", cuenta Bolívar, "allí he madurado como persona y como torero, y he aprendido a conocer más al toro". "Como todas las cogidas, la mía llegó en un momento muy inoportuno", continúa, "pero esta profesión es así y debo aceptarla; también soy muy joven y quiero aprovechar lo que tengo ahora".
Luis Bolívar llegó a España con 15 años. "He crecido y me he hecho torero aquí", afirma, "y gracias a este país me pude dar a conocer en el mío; por eso, tendré siempre una deuda de gratitud con España". A la hora de explicar su concepción del torero, dice: "Me gustan mucho las distancias y darle al toro opción de ganar para que saque a flote lo bueno y lo malo". "Como torero, me considero un artista y un guerrero", continúa, "de todo un poco en función de las circunstancias y del animal que tengas delante".
¿Le quedan secuelas de la cornada? "Ninguna. Si me acordara mucho de la cogida no me vestiría de torero", concluye.
La corrida de hoy: toros de Atanasio Fernández, para Eduardo Dávila Miura, Sebastián Castella y Luis Bolívar, que confirmará la alternativa. A las siete de la tarde.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 25 de mayo de 2005