Tres de los cuatro magrebíes tiroteados el martes en Sarrià de Ter (Gironès) fueron introducidos contra su voluntad en los coches de los asaltantes y trasladados a un bosque donde recibieron una paliza. Otra de las víctimas, un ciudadano marroquí, recibió una herida de bala en la pierna izquierda cuando intentaba escapar del cerco de sus asaltantes. La investigación se ve dificultada por el hecho de que los agredidos no han denunciado el caso, aunque se sigue la pista de un posible ajuste de cuentas relacionado con alguna actividad ilícita.
Los agresores, una decena de personas que viajaban en cuatro vehículos de gama alta con matrícula francesa, no han podido ser localizados. Las víctimas, vecinos de Salt, fueron localizados con magulladuras y contusiones en sus propios domicilios, a los que regresaron andando desde el bosque en el que fueron liberados tras la paliza.
La policía no ve relación entre estas agresiones y otra sufrida este mes por un marroquí residente en Salt. En aquel caso, los autores de la agresión y el rápido secuestro, también residentes en Francia, fueron detenidos en la frontera.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 26 de mayo de 2005