Quizá Bizet, el autor de Carmen, no imaginó que un día la cigarrera sevillana estaría interpretada por una guapa ecuatoriana, y el cabo Don José, por una joven rusa ante un público de mujeres marroquíes, senegalesas, colombianas y españolas. Pero ocurrió en el centro penitenciario de mujeres de Alcalá de Guadaira (Sevilla), en la fiesta de fin de curso que organizó la Federación de Mujeres Progresistas de Andalucía. El bailaor Antonio Canales presentó la obra y se marcó unos bailes con ellas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 27 de mayo de 2005