Las expectativas sobre la evolución de la economía no han variado en 24 horas, pero en los mercados de valores se ha producido un cambio de orientación cuya causa hay que buscarla en la escasa presión del papel en los días anteriores.
Los inversores saben que no hay por el momento alternativas a la renta variable y que la liquidez del sistema tiene que volcarse necesariamente en las bolsas, bien directamente, bien a través de operaciones corporativas, y por eso mantienen sus posiciones a la espera de acontecimientos. El problema de fondo consiste en los plazos y en la capacidad de aguante de cada uno de los valores, cuyas posibilidades de generar noticias que les ayuden a mantener el tipo vienen a ser como un salvoconducto para soportar la creciente volatilidad de los mercados.
El Ibex 35 recuperó ayer de una tacada el nivel de los 9.400 puntos que tantos problemas parecía dar en las jornadas anteriores. Este índice subió el 0,71% para cerrar en 9.417,90, mientras que el índice general de la Bolsa de Madrid ganó el 0,74% y quedaba en 1.018,54.
Los inversores se animaron con la inercia que seguían los mercados y el volumen negociado subió respecto del día anterior. En el Mercado Continuo se movieron 2,571,66 millones de euros, 960 millones de euros más que el día anterior, con 780 millones en operaciones institucionales y 1.791,38 en operaciones abiertas. El retroceso de los precios en el mercado de deuda, tras varios días de subidas, era uno de los argumentos que manejaban los observadores del mercado para justificar esta discreta vuelta del dinero a la renta variable.
Los otros mercados de la eurozona tuvieron comportamientos más positivos, con un avance del 0,90% en París y del 1,07% en Francfort, mientras que Londres quedaba rezagado con una subida del 0,47%.
En Estados Unidos se revisó al alza el dato del PIB del primer trimestre que, no obstante, quedó por debajo de las expectativas y del dato del último trimestre del año anterior, confirmando la ralentización de la economía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 27 de mayo de 2005