Vista la dejadez hacia los discapacitados de todos los desaprensivos que sin ningún respeto ocupan las plazas de aparcamiento, con tarjetas fotocopiadas, sugiero a los controladores de la OTA y a la Policía Municipal un método sencillo: anotar las matrículas de los vehículos aparcados en esas plazas y cotejarlas con la base de datos de las personas a las que les ha sido concedida dicha tarjeta y la pegatina del Ayuntamiento. Para ello hay que tener una minusvalía del 65% y tener el coche adaptado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 29 de mayo de 2005