El motivo de esta carta son las excesivas construcciones que se están llevando a cabo en los alrededores de Valencia. El otro día salí con mi padre con el coche, fuera de Valencia, y se ve todo lleno de nuevos apartamentos. Estos están casi siempre cerca de la playa y la gente tan sólo los utiliza en verano o cuando hace buen tiempo. Lo que pasa es que no son unos pocos apartamentos, sino que son grandes urbanizaciones con centenares de apartamentos.
La consecuencia de esto es la degradación ambiental, por la construcción de calles y carreteras, la utilización de demasiada agua (para las piscinas, para regar jardines...). Además, todo esto cuesta mucho dinero que podía utilizarse para arreglar algunos edificios de Valencia, que cada vez están peor. Me gustaría que se parara esta degradación y se respetaran los parajes naturales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 30 de mayo de 2005