Tanto el PNV y su socio, Eusko Alkartasuna, como Ezker Batua acogieron ayer con agrado las reflexiones del obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, sobre un eventual diálogo con la banda terrorista.
El presidente del PNV en Vizcaya, Iñigo Urkullu, aseguró que su partido coincide con el prelado -mediador entre ETA y el Gobierno de Aznar en 1998- en la necesidad de entre todos "y con tesón como él dice" se empiecen a colocar las bases para dar inicio a un proceso de paz. Urkullu añadió que durante cuatro años los peneuvistas han sido "los únicos" que han presentado un proyecto político, el plan Ibarretxe, "que ayude también a una normalización política y que ayude a conseguir la paz".
El dirigente del PNV pidió que se aclare si existen conversaciones: "No sabemos si existe un proceso, no sabemos si el encarcelamiento de Otegi [líder de la ilegalizada Batasuna] es un portazo a un proceso que se había iniciado, desconocemos sobre qué bases se está construyendo ese proceso si es que existe". Urkullu consideró una tregua de ETA "algo absolutamente necesario".
Desde EA, su secretario general, Unai Ziarreta, aseguró que las palabras de Uriarte refuerzan la percepción de que se está "en un estadio previo a un proceso de paz". No obstante, Ziarreta recordó al PSOE que, para lograr la paz en Euskadi, es necesario lograr un acuerdo sobre los límites del territorio vasco y la capacidad de los vascos para decidir su futuro. "El Gobierno del Estado debe ser consciente de que la paz y la normalización política deben venir siempre cuando lleguemos a un acuerdo sobre la territorialidad", dijo.
Para el portavoz de EB, Mikel Arana, lo dicho por Uriarte conecta con el "clamor" que existe en Euskadi respecto a la "tan ansiada paz". Y pidió a la izquierda abertzale, "especialmente a ETA", y al Gobierno que den "pasos adelante".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 30 de mayo de 2005