El escritor, historiador y lingüista vasco Juan San Martín, que en 1989 fue nombrado primer ararteko (Defensor del Pueblo vasco), falleció en la madrugada de ayer a los 83 años en Irún (Guipúzcoa). El trabajo que desempeñó en la defensa y promoción de la lengua y la literatura vascas, además de su amplia actividad escritora, hicieron de él una de las figuras más relevantes de la cultura vasca.
Nacido el 23 de junio de 1922 en Eibar, de donde tuvo que huir junto a su familia cuando se declaró la Guerra Civil, San Martín realizó sus estudios de noche, mientras trabajaba como tornero. Desde joven mostró inquietud por el euskera y la literatura. Publicó su primer libro -un estudio sobre Juan Antonio Mogel- en 1964, al que siguió una treintena de obras de muy diversa temática: poesía, humor, arte, montaña, etnología... Sus más allegados afirman que la vida de San Martín pivotó sobre tres ejes: la cultura, el euskera y la montaña.
En sus últimos años de vida estableció su residencia en Hondarribia. En 1964 ingresó en Euskaltzaindia (Real Academia de la Lengua Vasca), donde ocupó los cargos de secretario y vicepresidente, y en 1978 fue nombrado director de Cultura del Consejo General vasco.
Apreciado humanista y escritor autodidacta, fue miembro de diversas entidades culturales, como la Sociedad de Estudios Vascos (Eusko Ikaskuntza), la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País o la Sociedad Aranzadi, entre otras. En 2004 fue galardonado con el premio Eusko Ikaskuntza en 2004.
Fue el Defensor del Pueblo vasco desde 1989 hasta 1995, periodo en el que atendió casi 5.000 quejas de los ciudadanos y elaboró informes especiales sobre la situación de los calabozos de las policías locales y la Ertzaintza, los psiquiátricos, las residencias de la tercera edad y la asistencia no residencial a los ancianos. Entre 1994 y 1995 presidió la institución del Ombudsman Europeo.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 31 de mayo de 2005