Más de 360.000 andaluces padecen Insuficiencia Venosa Crónica (IVC), o el llamado síndrome de las piernas cansadas, según una encuesta hecha pública ayer en Sevilla por la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV). El estudio afirma que el 33% de la población adulta de los países industrializados padece esta enfermedad, que se manifiesta habitualmente en forma de varices, edemas y úlceras en la piel y que causa dolor, pesadez, hinchazón, calambres nocturnos, piernas inquietas y grandes molestias en las extremidades. Una de cada dos andaluzas padecen IVC, ya que se presenta especialmente en mujeres mayores de 40 años, aunque también se da con frecuencia en hombres.
Los factores de riesgo de la IVC son la edad (afecta principalmente a mayores de 45 años), el sexo (la padecen cuatro mujeres por cada hombre), los antecedentes familiares (condicionan el desarrollo de IVC en más de la mitad de los casos) y ciertos hábitos de vida (sedentarismo, tabaquismo o la obesidad). Sin embargo, una de las más importantes causas que desembocan en esta patología es el trabajo. Cerca del 80% de los andaluces que padecen algún síntoma (varices, edemas o úlceras en la piel) pertenece a grupos de riesgo como amas de casa, peluqueros, camareros o recepcionistas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 31 de mayo de 2005