Juan José Padilla (Jerez de la Frontera, 1973) está convencido de que hacer el paseíllo en la Feria de San Isidro es trascendental para cualquier torero, sea cual sea su situación. "Es importante", dice, "tanto si eres figura como si estás necesitado, como yo; para reivindicar contratos, cotización y prestigio profesional".
Para él, esta tarde, ante los miuras, es muy especial, "y, a medida que se va acercando la fecha, me quita el sueño porque tengo que dar la cara, estar al cien por cien y porque la responsabilidad y el compromiso son muy fuertes".
Padilla ha actuado 14 tardes en Las Ventas, ha cortado dos orejas y reconoce que la plaza de Madrid ha sido muy importante en su carrera. "Aquí estuve bien de novillero" afirma, "triunfé cuatro tardes un verano, y el trofeo que conseguí en el año 2000 supuso un empujón importante para mí".
El torero jerezano está a punto de cumplir 11 años como matador de toros, y dice sentirse muy contento y orgulloso "porque mi carrera ha sido y sigue siendo muy dura, pero también he sido recompensado por ella; estoy presente en todas las ferias y creo que soy un torero respetado".
Padilla triunfó en la feria de Pamplona de 1999 con una corrida dura y, a la semana siguiente, hizo lo propio en Mont de Marsan con los victorinos. "Así fue como comencé a formar parte de este tipo de carteles", explica el torero, "pero nunca hice ascos porque lo que quería era torear".
Añade que su obligación es dar la cara todas las tardes y que el público no se sienta defraudado. "Yo siempre digo", añade, "que tiene que haber toreros de todo tipo; a unos, Dios los ha dotado con el arte, y a otros, con otros valores, y hay que ser consciente de ello y exprimirlos a fondo".
"No es fácil ni cómodo enfrentarte cada día a los toros con los que tengo que labrar mi presente y mi futuro", termina, "y creo que estaré hasta que el cuerpo aguante y el corazón me lo permita, pero también me siento muy a gusto".
La corrida de hoy: Toros de Miura, para El Fundi, José Ignacio Ramos y Juan José Padilla. A las siete de la tarde.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 31 de mayo de 2005