Señora concejal delegada del área de gobierno de Empleo y Servicios a la Ciudadanía: le hago llegar, primero mi asombro y luego mi indignación por el sistema de selección de plazas para los centros abiertos de verano y los centros de vacaciones, ideado por el servicio de educación dependiente de su área.
Dado el escasísimo número de plazas ofrecidas entiendo que un sorteo es lo menos "injusto", pero ¿me puede explicar cómo se opta por un tipo de sorteo que da como resultado el que a unos les den plazas en todas las quincenas solicitadas y a otros en ninguna?
No hay que pensar mucho para darse cuenta de que si sólo se sortea una única letra para todo (quincenas y centros abiertos o de vacaciones) el resultado es el expuesto.
Por otra parte, para optar, no a la plaza, sino a esta lotería, es necesario presentar instancias por duplicado, volantes de empadronamiento, certificados de trabajo... con la consiguiente pérdida de horas de trabajo.
¿A ninguno de los gestores implicados se le ocurre que lo lógico es pedir la documentación cuando ya sabe quiénes son los agraciados con una plaza?
Hago constar igualmente que las fechas en las que se realizan trámites y sorteos son tan tardías que pensar en otras soluciones es prácticamente imposible.
Tampoco consigo entender que se anuncie este servicio social a bombo y platillo cuando el resultado es que soluciona el problema a una mínima parte de los interesados.
Por último, me permito aconsejarles que para el próximo año, si el número de plazas va a seguir siendo tan exiguo, se dejen asesorar para su reparto por cualquier madre o padre con este problema, a cualquiera que lo esté viviendo se le ocurren soluciones más sensatas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 31 de mayo de 2005