No es fácil para nuestros actores abrirse camino en Holywood, sólo algunos lo han conseguido. A riesgo de caer en el tópico pondré de ejemplo a Antonio Banderas. Pero no es nada habitual ver a cinco actores españoles en una producción americana. Sin embargo, ahora tenemos esa oportunidad en la superproducción de Ridley Scott El Reino de los Cielos. Hay que reconocer que la intervención de estos actores es mínima, sólo aparecen en una escena y es bastante cortita, pero no deja de ser una satisfacción y un orgullo poder verlos, sobre todo teniendo en cuenta que son completamente anónimos y que, incluso en España, no les conocen más que aquéllas personas que les trataron antes de cruzar el gran charco.
Me estoy refiriendo a los cinco galgos que acompañan a la Princesa Sibila en su primera aparición a lomos de un caballo.
Sí, he dicho galgos. Todos ellos provienen de un refugio para animales abandonados, más concretamente de UPRODEA-ARCA, de Sevilla.
Lo mejor de esta anécdota es que, al terminar el rodaje, todos ellos fueron adoptados por el personal de la productora. No hemos vuelto a saber de ellos, pero estamos seguros de que están viviendo como merecen, es decir, como los príncipes de los perros que son... aunque todavía en España algunos se empeñen en tratarles como si fueran trapos viejos, indignos de nuestra atención y cuidados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de junio de 2005