La directiva del Barcelona consumó ayer la primera baja desde que Joan Laporta accedió a la presidencia hace dos años. Jordi Monés, oftamólogo de 43 años y responsable del área médica del club azulgrana, presentó su dimisión irrevocable en una carta dirigida a los socios del club en la que denuncia "importantes desviaciones respecto al proyecto original" de la junta de Laporta, además de subrayar intromisiones en su trabajo, tanto del personal interno como externo. En su adiós, Monés afirmó que le cuesta reconocer al Laporta que ganó las elecciones en junio de 2003, al tiempo que acusó a Johan Cruyff de influir en el club y, en concreto, en el área médica. Monés explicó que envió una carta informando a Laporta de su dimisión, aunque la misma será tratada en la próxima reunión de la junta directiva.
Monés se despidió leyendo una carta de tres folios. Justificó su adiós por "coherencia con el proyecto original" y recalcó que no se embarcó en el equipo de Laporta sólo para intentar ganar títulos, "sino para dar otro estilo e imagen de la gestión del club. Entonces, hablamos de renovación total".
Para Monés, aquella filosofía se ha roto esta temporada. "Ya no identifico ni comparto el proyecto actual", señaló. Y acusó a la mayoría de los directivos de someterse a la voluntad de Laporta, al que acusó de "presidencialista". "La discrepancia se ha equiparado con la disidencia, y la disidencia con la deslealtad", dijo. "Se ha confundido discrepar del presidente con no respetar la institución. Y lo más grave es que se ha actuado y se está actuando para desactivar a personas incómodas que han manifestado su desacuerdo". Y recalcó: "Me cuesta reconocer al Jan que conocí hace dos años. Es diferente". Monés aconsejó a Laporta que "baje la velocidad, frene y se ponga a cero en muchas cosas".
Monés se refirió a la destitución, hace tres meses, de Josep Maria Bartomeu como responsable de las secciones del Barça por discrepar con Laporta. Explicó que Sandro Rosell ha quedado desactivado en el cargo de vicepresidente deportivo.
Según Monés, el conflicto Laporta-Rosell, más que suponer una fractura, "es una discusión de modelos y estilos". También acusó a la cúpula presidencial de presionar a los ejecutivos del club. "La pasada semana el director de los servicios médicos [Jordi Ardévol] tenía que reunirse con el presidente para discutir el organigrama médico del próximo curso sin mi conocimiento. Ahora, ya no me podrán puentear".
Presiones de Cruyff
Cuando se refirió a las intromisiones exteriores, Monés apuntó a Johan Cruyff, ex jugador y ex entrenador del conjunto azulgrana: "Está influyendo en el club y, desde el primer día, en el área médica intentando que hubiese gente de su entorno", señaló en referencia a Toni Tramullas, ex médico de la sección de baloncesto y, desde enero, del equipo de fútbol.
Por otra parte, el Barcelona ha comunicado a Josep Colomer su destitución como responsable de la cantera del club.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de junio de 2005