El portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, Rafael Simancas, acusó ayer al consejero de Sanidad, Manuel Lamela, de "seguir vertiendo litros y litros de gasolina sobre el incendio que él mismo ha ocasionado" en el hospital Severo Ochoa, de Leganés. Simancas criticaba así la apertura de un expediente administrativo a cuatro médicos del centro a resultas del informe elaborado por los expertos que estudiaron las sedaciones aplicadas en el centro.
Simancas calificó el informe de "poco creíble", y lamentó que la actuación de la consejería se haya realizado "sin que la Administración de justicia haya actuado y haya determinado conclusión alguna".
Por su parte, el portavoz de Izquierda Unida, Fernando Marín, acusó a Lamela de "estar interfiriendo y ralentizando" la actuación de la justicia al presentar una denuncia sin dar tiempo a que actuara la fiscalía.
El representante del PP, Antonio Beteta, justificó la remisión al juez y no a la fiscalía del informe indicando que este estudio refleja que había "una relación directa entre los fallecimientos y el empleo inadecuado de fármacos". "A la fiscalía se va cuando no se tienen pruebas ni documentos", apuntó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de junio de 2005