Somos más ricos: nuestro PIB ha crecido un 5% más de lo que pensábamos y sólo nos preocupa que vamos a recibir menos fondos de la UE. No leemos la letra pequeña: Nuestro crecimiento es insostenible (basado fundamentalmente en un sector que amenaza con estancarse, la construcción y en otros dos factores impredecibles; el turismo y la llegada de inmigrantes), además, nuestro déficit exterior sigue aumentando, debido a una competitividad bajo mínimos por ser uno de los países de Europa menos desarrollado tecnológicamente.
Esta precaria situación se debe fundamentalmente a la falta de capital humano y tecnológico adecuado. El Gobierno se comprometió a mejorar estos dos aspectos. Para ello, la principal propuesta hasta la fecha es lograr un pacto de estado entre ministerios, comunidades autónomas y agentes sociales. Sin embargo el Ministerio de Educación, fundamental en la mejora de la formación de los trabajadores, no parece participar en este compromiso, pues acaba de presentar el Anteproyecto de la Ley Orgánica de Educación en la que se desmantela la asignatura de Tecnología (básica para la FP y para las carreras de Ingeniería y Arquitectura).
Si queremos sobrevivir a la globalización del despiadado capitalismo tendremos que colaborar todos en mejorar nuestro modelo de crecimiento. Después de tantos años recibiendo ayudas europeas es triste seguir necesitándolas pero peor es necesitarlas y no merecerlas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 2 de junio de 2005