El Partido Popular adaptó ayer su discurso de la validez del actual sistema de financiación autonómica al hilo de la nueva propuesta de Baleares. Invitó a todas sus autonomías a pedir la financiación que más les convenga, con tres requisitos: el modelo de financiación no puede ir en ningún caso dentro del Estatuto, en contra de lo que pretende Cataluña, sino de forma paralela; las peticiones de todas las autonomías deben negociarse de forma multilateral en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, y el nuevo modelo de financiación sólo será aceptado por el PP si es único para todos y fruto de un acuerdo unánime.
Esta nueva posición del PP fue avanzada por la mañana por Mariano Rajoy, presidente del primer partido de la oposición, en una breve declaración a la prensa, y después detallada informalmente por distintos miembros de la dirección de ese partido por la tarde en el Congreso. La argumentación de Rajoy es la siguiente: "Nosotros no habíamos planteado la reforma del modelo de financiación. El Gobierno sí, pero no ha puesto ningún papel encima de la mesa. Ahora Cataluña presenta su propuesta y, lógicamente, las demás comunidades también van a presentar la suya. Y cada uno presentará la propuesta que más le convenga".
La primera que lo ha hecho es Baleares. Su presidente, Jaume Matas (PP), trasladó a Rajoy que él no podía decirle a sus ciudadanos que se iba a conformar con menos financiación que la comunidad autónoma que más consiga. De ahí la similitud entre las peticiones de Cataluña y Baleares. Matas avisó así a Rajoy de que él iba a reclamar al Gobierno el trato que logre la autonomía que resulte más favorecida.
Rajoy sólo le puso los siguientes límites: "Yo he dicho que el único modelo de financiación que aceptaremos es aquel que cuente con la unanimidad de todas las autonomías". Ese acuerdo tiene que ser unánime, según el líder del PP, "porque el actual modelo se acordó por unanimidad". Y "deberá pactarse de forma multilateral en el Consejo de Política Fiscal y Financiera".
La argumentación del PP es que, "para llegar a esa unanimidad, todas las propuestas de máximos", como las de Baleares o Cataluña, "tendrán que encontrar un punto de equilibrio o no habrá acuerdo, en cuyo caso seguirá vigente el modelo actual". Según la dirección del PP, "al no existir una propuesta de base presentada por el Gobierno, cada autonomía va a pedir un modelo en el que prime aquello que más le beneficia: las más pobladas, población; las que reciben más inmigrantes, inmigración; las más ricas, que pagan demasiado; las menos ricas, que necesitan más solidaridad entre regiones, y así hasta el infinito". La solución, según el PP, es que "el Gobierno presente un modelo básico o, si no quiere hacerlo, que se comprometa a que habrá unanimidad y modelo único, con lo cual todos tendrán que acabar cediendo hasta llegar a un acuerdo sensato".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 2 de junio de 2005