Seis viviendas de lujo se derrumbaron ayer a causa de un alud de barro en Laguna Beach, a unos sesenta kilómetros de Los Ángeles, en el Estado de California. No hubo muertos. Dos personas fueron trasladadas al hospital más cercano con heridas leves. Antes de que las viviendas cayeran sobre la pendiente, los bomberos pudieron evacuar a unas mil personas del vecindario. Las cañerías habían empezado a hacer mucho ruido y los inodoros sonaban como si fuesen a explotar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 2 de junio de 2005