El Gobierno de Navarra sigue logrando victorias judiciales en su particular guerra de las banderas emprendida hace dos años para erradicar la presencia de la ikurriña en los ayuntamientos navarros gobernados por formaciones nacionalistas. Los ayuntamientos del valle de Baztán y de Etxarri Aranatz, en Sakana, son los dos últimos consistorios que han sido condenados a retirar la ikurriña y exhibir la bandera de Navarra en sus fachadas.
El consistorio de Etxarri Aranatz, que en los primeros años de la transición protagonizó rocambolescas guerras de banderas con la Guardia Civil, ha sido condenado por un juzgado de lo Contencioso Administrativo de Pamplona a retirar la ikurriña y colocar la bandera de Navarra en el exterior del edificio. Al igual que en el caso de Baztán, el juez aprecia "evidente temeridad y mala fe" en los gobiernos municipales y les condena al pago de las costas procesales. Las sentencias consideran probado que ambos municipios vulneran el artículo octavo de la ley foral de Símbolos, impulsada por el Gobierno navarro para erradicar las ikurriñas de las balconadas municipales. Ese artículo obliga a los consistorios a colocar la bandera de Navarra de forma permanente en el despacho de alcaldía y salón de plenos "y, al menos entre las 8 y las 20 horas de cada día, en el exterior".
Los municipios nacionalistas han respondido a la ley de diversas formas. Algunos, como el de Etxarri Aranatz, localidad de 2.500 habitantes y regido por la candidatura de la izquierda abertzale Herria, manteniendo la ikurriña en su balcón sin acatar las resoluciones judiciales. Otros optaron por lo colocar bandera alguna en su fachada. Ha habido consistorios que la han retirado, como Etxauri el pasado enero, acordando exhibirla en un punto destacado de su trama urbana ajeno al Ayuntamiento. Localidades como Leitza o Villava la retiraron después de exhibirla durante décadas, tras una pugna judicial con el Gobierno de UPN-CDN.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 2 de junio de 2005