"El Gobierno defiende que nuestras titulaciones tengan lo que necesita un país en su sistema educativo", dijo ayer José Luis Rodríguez Zapatero, y recalcó como "esenciales" disciplinas como las artes y la filosofía.
El presidente del Gobierno citó la educación como uno de los grandes objetivos de su Gobierno, reflejo "de un país con futuro" e hizo un llamamiento a que la reforma de la ley de educación sea "fruto de un gran acuerdo político" que dé estabilidad al sistema. Con esta frase pronunciada en la apertura del congreso de UGT, que se celebra estos días en Madrid, apeló directamente al Partido Popular, contrario a las propuestas socialistas.
Zapatero pretende hacer extensivo ese acuerdo con todas las fuerzas del Parlamento a la nueva ley de universidades, que estará lista en septiembre. El jefe del Gobierno anunció un real decreto para los próximos días que prorrogará la situación laboral de los profesores asociados que dan clase en la universidad, una situación que se mantendrá hasta que entre en vigor la nueva ley.
Alrededor de 10.000 profesores asociados se encuentran en una situación de incertidumbre desde que se aprobó la Ley Orgánica de Universidades (LOU), promovida por el PP, que establece que sus contratos vinculados a la figura de asociados sólo podían prorrogarse cuatro años (es decir, hasta finales de 2005). Estos contratos debían adaptarse a las nuevas figuras de profesorado de la LOU, pero esta ley se encuentra en proceso de reforma.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 2 de junio de 2005