El cineasta ruso Aleksandr Sokurov afirmó ayer en Barcelona que el cine es "un arte pasivo". "Cuando nació en Francia, a finales del siglo XIX, podría haber adoptado un tono más reflexivo, pero se convirtió en puro entretenimiento", añadió. Para Sokurov, el cine no ha sido capaz de explorar al ser humano como la literatura, que es, dijo, "el único arte que puede poner orden en el caos en el que vivimos". El director de El arca rusa participó ayer en la retrospectiva que le dedica el primer Congreso Internacional sobre Cine Europeo Contemporáneo (CICEC), que esta semana se celebra en Barcelona.
A pesar de su visión crítica,Sokurov consideró que dedicarse al cine es su destino y afirmó que con sus películas pretende "esbozar respuestas para algunas preguntas complejas". Sokurov defendió "el cine regional" frente al "global" y animó a los artistas a fomentar la cultura autóctona porque, a su juicio, el cosmopolitismo no resulta beneficioso para el séptimo arte. Ante un grupo de estudiantes de Comunicación Audiovisual de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), Sokurov opinó que no quedan grandes descubrimientos por hacer en el arte, sino que la novedad reside en la figura del artista.
A lo largo de esta semana, el CICEC ha reunido a analistas y directores para debatir sobre las corrientes estéticas y la proyección del cine europeo contemporáneo. Además de la vertiente académica, el congreso ha programado diversas proyecciones que han contado con la presencia de cineastas como el francés Olivier Assayas y el húngaro Béla Tarr.
Uno de los debates centrales tuvo como protagonistas a los directores españoles Isabel Coixet, Mariano Barroso, Marc Recha, Enrique Urbizu y Mercedes Álvarez, que coincidieron en destacar que no existe una mirada común en el cine español actual, sino que éste está compuesto por individualidades. En opinión de Recha, la perspectiva de los cineastas no depende del lugar en el que nacen. De igual forma, Mariano Barroso rechazó la nacionalidad como señal de de identidad artística, ya que, según dijo, él tiene más en común con algunos directores de Los Ángeles "que con otros que viven a la vuelta de la esquina".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de junio de 2005