La Comisión de Explotación del Trasvase Tajo-Segura alertó ayer de que a partir del 1 de julio, si persiste la sequía, se entrará en una situación de excepción y, por tanto, rechazará, si el Gobierno no ordena lo contrario, nuevos desembalses. La comisión autorizó ayer el último desembalse para este verano de 37,5 hectómetros cúbicos para el Segura.
La comisión constató también que, una vez realizado este desembalse, previsiblemente, el 1 de julio se entrará en una situación de excepción, ya que el volumen de agua de los embalses de Entrepeñas y Buendía está por debajo de lo que establece la normativa para que sea la Comisión la que decida, por lo que desde ese momento la capacidad de decisión pasa al Consejo de Ministros. El director general del Agua del Ministerio de Medio Ambiente, Jaime Palop, subrayó que de los 37,5 hectómetros, 10 se destinarán al abastecimiento a las poblaciones del Canal del Taibilla y de Almería, y el resto a regadíos.
La reunión de ayer es continuación de la celebrada el pasado 31 de marzo, en la que se aprobó el desembalse para dos meses y se puso como condición para el tercer mes una nueva reunión, en la que se analizaría la situación de los embalses de Entrepeñas y Buendía. Palop insistió en que a partir del 1 de julio, si no cambian las condiciones climatológicas, será el Consejo de Ministros el que tome la decisión sobre el desembalse. Para analizar esta situación el próximo 23 de junio se celebrará una reunión extraordinaria de la Comisión, en la que, previsiblemente, la Comisión se declarará incompetente.
Palop señaló que en la reunión se analizó también la situación de los Canales del Taibilla, que, "en principio, tiene garantizado el abastecimiento a la población, tanto para uso doméstico como turístico", si bien se ha constatado "que existe un problema para contener la demanda de agua mes a mes".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de junio de 2005