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Maragall reúne a Montilla, Carod y Saura para cohesionar al tripartito ante la cumbre del Estatut

Garantizar la cohesión interna del Gobierno con vistas a la recta final de la negociación del Estatut. Con este objetivo, pero también con la voluntad de reforzar la dirección política del Ejecutivo catalán, Pasqual Maragall se reunió ayer en el transcurso de una cena con los líderes del PSC, Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya. José Montilla, Josep Lluís Carod Rovira y Joan Saura acudieron a la cita del presidente con el objetivo oficial de lograr un nivel de cohesión que permita afrontar con una única voz la cumbre del Estatut del próximo fin de semana. En ella todos los partidos catalanes deberían dar el impulso definitivo al nuevo texto estatutario.

Para lograr esta cohesión los tres partidos preveían abordar los flecos de la reforma en los que todavía no hay acuerdo en el tripartito, como la relación bilateral con el Estado y la fórmula para blindar las competencias por parte de la Generalitat. Las dependencias de la Casa dels Canonges acogieron la reunión entre los cuatro líderes políticos, la primera de estas características desde la precipitada salida de Josep Lluís Carod Rovira del Gobierno catalán.

Además del Estatut, el encuentro de ayer responde a la necesidad de abordar los problemas de liderazgo político existentes en la actividad cotidiana del Gobierno y que se han acentuado durante las recientes crisis que han afectado al Ejecutivo de Maragall, como la producida por los hundimientos en el barrio del Carmel de Barcelona.

Fuentes próximas al presidente enmarcaron la reunión de ayer en la voluntad de llegar a la cumbre del día 11 con un tripartito absente de "aristas" y perfectamente "cohesionado". Con ello sus miembros quieren hacer frente a los embites de Convergència i Unió, que mantiene serias reservas al sistema de financiación que el Gobierno tripartito quiere incluir en el Estatut.

Desde Convergència i Unió se siguieron con atención los preparativos de la cena. El líder de esta formación, Artur Mas, siguió manteniendo el más absoluto de los escepticismos y volvió a expresar sus dudas acerca de la voluntad del PSC de llevar adelante un Estatut ambicioso. Para Artur Mas es "casi imposible" llegar a un acuerdo con el PSC sobre el Estatut y la reforma de la financiación autonómica "sin crear ningún tipo de problemas al señor Zapatero". En este sentido, Mas denunció que los socialistas "ya han decidido" que su objetivo es no incomodar al presidente del Gobierno, y advirtió que hacer una propuesta "con cara y ojos" a la que CiU se pueda adherir y "sin crear problemas" al PSOE es "complicadísimo".

El secretario general de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, se mostró más pesimista si cabe y auguró un mal final para el texto estatutario ya que en su opinión el PSC "no puede aprobar nada que el PSOE no quiera". "Ahí está la clave", remarcó, afirmando que aunque el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se comprometió a aprobar el Estatut que saliera del Parlament "a la hora de la verdad, nada de nada".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 4 de junio de 2005