La Comisión de Seguimiento del Palacio de Congresos de Alicante, en la que están representados el equipo de gobierno y la oposición, aprobó ayer con los vecinos el convenio urbanístico del barrio de La Sangueta, enclave escogido finalmente para la construcción del edificio congresual tras el rechazo del Tribunal Superior de Justicia a edificar en el Benacantil.
La concejal de Urbanismo, Sonia Castedo, informó de que el acta incluye la construcción "del mayor número de viviendas de protección pública posible, que haga viable la operación". Tras la reunión, que se prolongó más de dos horas, la concejal precisó que el convenio urbanístico, fue aprobado por todos los miembros a excepción de Esquerra Unida.
Sonia Castedo explicó que este acuerdo pretende "garantizar los derechos de participación" de los vecinos de La Sangueta, barrio ubicado en la entrada norte de la ciudad, así como en la redacción y tramitación del planeamiento de la zona. Los vecinos intervendrán en los criterios de realojo de los ocupantes de los dos inmuebles.
El desalojo de las viviendas no será efectivo hasta que no concluya la obra del inmueble para su realojo con las consiguientes licencias de ocupación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 4 de junio de 2005