La dimensión española en el consorcio aeronáutico y espacial europeo -EADS- se concreta por el lado financiero en un 5,5% de las acciones que posee la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales -SEPI- y las escasas inversiones en el mercado bursátil, tanto institucionales (el 0,13% del capital circulante) como minoristas (1,28%). Unos porcentajes, estos últimos que reflejan cierto abandono por parte de los responsables de EADS del mercado financiero español.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodriguez Zapatero, aprovechó su presencia en el vuelo inaugural del A-380 para denunciar esta situación y manifestar sus intenciones de aumentar la presencia española. En algún momento se ha definido incluso la conveniencia de que esta se sitúe en el 10%. Se trata de una cifra mágica alcanzada por las compañías españolas participantes en el desarrollo del A-380, pero difícil de mantener como demuestra el retroceso hasta el entorno del 5% que sufrirá en el nuevo proyecto A-350.
La participación de la SEPI da derecho a un miembro en el consejo de administración, que en estos momentos ocupa el ex ministro de Industria Juan Manuel Eguiagaray, pero sin capacidad decisoria en las dimensiones políticas del mismo. Entre otras razones porque las decisiones del mismo han de ser "sindicadas", para evitar interferencias exteriores.
Para España, según algunos directivos consultados, lo más conveniente es que se mantenga al máximo nivel el equilibrio entre franceses y alemanes.
De momento, nuestra influencia real se reduce al caracter de clientes y la aportación de mano de obra, algo que hay que superar con un desarrollo tecnológico capaz de satisfacer lo mejor posible las demandas de los nuevos proyectos.
La fibra de carbono, principal aportación española a los aviones de EADS, sigue siendo un buen ejemplo, pero no debe ser el único según los directivos españoles. "Si tenemos la tecnología adecuada creceremos, pero por real decreto no nos van a dar nada," comenta uno de ellos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 4 de junio de 2005