Hemos tenido conocimiento por la documentación que hemos recibido (carteles publicitarios de la Escola de Tauromaquia), de que por el Área de Cultura de la Diputación de Valencia se están fomentando de forma indiscriminada las fiestas de sangre, tortura y muerte de toros entre los niños a partir de los 10 años, como una actividad lucrativa para su futuro, mediante el envío a cada centro escolar de un cartel y un escrito explicativo de los cursos.
Con ello, estos niños a partir de los 10 años se inician en la carrera de verdugos de animales para los espectáculos crueles y sangrientos y al mismo tiempo se les insensibiliza y embrutece, manipulándoles desde chiquitines para que después de mayores no sean capaces de diferenciar entre lo bueno y lo malo.
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Creemos contradictorio que por parte de la Administración Pública se promocione la violencia y crueldad contra los animales cuando, tanto en la escuela como en el hogar, se intenta impartir a los pequeños los valores fundamentales y principios éticos que pretendemos rijan sus vidas.
Y la sensibilidad y respeto hacia todos los seres vivos (incluidos los animales) son parte fundamental de esa educación. La matanza y tortura de animales como distracción es ya inaceptable en nuestra cultura contemporánea.
Nos dirigimos a María José Alcón como máxima responsable de Cultura en el Ayuntamiento de Valencia para rogarle se sirva interesarse por esta delicada cuestión protagonizada por el Área de Cultura de la Diputación. Entendemos que el caso es susceptible incluso de intervención desde el ministerio Fiscal, por tratarse de una materia que afecta a menores de edad a los que se incita a matar, previa tortura, mediante el manejo de armas.
Esperamos su contestación y le saludamos muy atentamente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de junio de 2005