"La orden que daría sería la contraria de la que dio Fraga. Reclamaría para el Gobierno gallego el mando único de las operaciones y la delegación de competencias del Estado para afrontar la situación con decisión y responsabilidad.
Utilizaría las instituciones para organizar la sociedad y aprovechar el inmenso caudal participativo que la gente ha demostrado siempre que ha sido preciso. Y lo que también haría, que Fraga no hizo, sería protagonizar una ofensiva en el ámbito internacional para acabar con la piratería del mar".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de junio de 2005